¿Ves demasiadas series? Cómo saber si es adicción y qué puedes hacer al respecto
por Mark Griffiths
En 2013 el término binge-watching (atracón de series) fue candidato a palabra del año del Diccionario de Inglés Oxford.
Ese año la palabra selfie se llevó la corona, dejó patente una tendencia cada vez más popular: la de ver múltiples episodios de un programa en una sola sesión.
En la actualidad millones de personas ven series de forma regular series favoritas de esa manera.
La proliferación de servicios de streaming en los últimos años ha hecho que sea muy fácil.
Las investigaciones muestran que, como era de esperar, con los confinamientos por covid-19 el tiempo dedicado a los atracones de series es cada vez mayor.
Pero ¿pueden estos volverse problemáticos o adictivos? Y si hay dificultad para dejar la pantalla, ¿qué puede hacerse?
Impacto en otros aspectos de la vida
En realidad no es la cantidad de episodios vistos lo que define un atracón problemático —aunque la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que son al menos dos seguidos—, ni las horas que se pasan frente al televisor o la computadora.
Al igual que con otros comportamientos adictivos, lo más importante es si los atracones tienen un impacto negativo en otros aspectos de la vida de la persona.
Especialistas que han estudiado la adicción, identifican seis componentes básicos comunes en los comportamientos adictivos.
Aplicados a los atracones de series son:
Al igual que con otros comportamientos adictivos, lo más importante es si los atracones tienen un impacto negativo en otros aspectos de la vida de la persona.
Especialistas que han estudiado la adicción, identifican seis componentes básicos comunes en los comportamientos adictivos.
Aplicados a los atracones de series son:
Los atracones son lo más importante en la vida de la persona (prominencia).
Quien ve series así lo hace para cambiar un estado de ánimo: para sentirse mejor a corto plazo o para escapar temporalmente de algo negativo.
Los atracones comprometen aspectos clave de la vida de la persona, como las relaciones y la educación o el trabajo (conflicto).
La cantidad de horas que la persona pasa al día viendo episodio tras episodio de una serie ha aumentado significativamente con el tiempo (tolerancia).
La persona experimenta síntomas de abstinencia psicológicos y/o fisiológicos si no puede llevar a cabo un atracón de TV (abstinencia).
Si la persona logra detener temporalmente los atracones, cuando vuelve a esa actividad regresa directamente al ciclo en el que estaba anteriormente (recaída).
Así, cualquier persona que cumpla con estos seis componentes puede decirse adicta. Otra que solo cumple con algunos de estos puede estar teniendo atracones problemáticos, pero bajo este criterio no se clasificaría como adicta.
Como muchas otras adicciones conductuales, como la adicción al sexo, al trabajo o al ejercicio, este tipo de adicción no está reconocida oficialmente en ningún manual psiquiátrico.
Tampoco hay estimaciones precisas de su prevalencia, pero hay cada vez más investigaciones al respecto.
Una mirada a la evidencia
Una puntuación por encima de cierto umbral se consideró indicativa de una problemática.
Utilizando una variedad de otras escalas, los investigadores encontraron que las dificultades para controlar los impulsos, la falta de premeditación (dificultades para planificar y evaluar las consecuencias de un comportamiento determinado), ver series para escapar y olvidarse de los problemas y hacerlo para evitar sentirse solo se encontraban entre los factores más importantes de ver demasiadas series.
Utilizando los mismos datos, los investigadores informaron en un estudio anterior este comportamiento tenían una asociación significativa con el síndrome de ansiedad y depresión. Cuanto mayores eran los síntomas de ansiedad y depresión, más problemático era el enganche a la pantalla.
Otros estudios han hecho hallazgos similares.
Un estudio llevado a cabo entre adultos taiwaneses, por ejemplo, encontró que tener problemas por ver demasiadas series estaban asociados con la depresión, la ansiedad en torno a la interacción social y la soledad.
Una indagación estadounidense encontró que el comportamiento estaba asociado con la depresión y la ansiedad por el apego.
La mayoría de los estudios relacionados, como uno de Portugal, también han demostrado que el escapismo es una motivación clave de los atracones problemáticos.
En términos de rasgos de la personalidad, la investigación ha demostrado que este comportamiento parece estar asociado con una baja concienciación (caracterizada por ser impulsiva, descuidada y desorganizada) y un alto neuroticismo o inestabilidad emocional (caracterizado por ser ansioso y propenso a las emociones negativas).
Romper el hábito - Para reducir la cantidad de episodios que una persona ve durante una sesión, la regla de oro parar después de un episodio.
Es realmente difícil, ya que a menudo los capítulos terminan con una escena de suspense.
Los investigadores sugieren establecer límites diarios realistas. Unas dos horas y media si hay trabajo al día siguiente, o hasta cinco horas si no lo hay.
Y comienza a ver una serie como una recompensa después de haber hecho todo lo necesario en términos de trabajo y obligaciones sociales.
La diferencia entre un entusiasmo saludable y una adicción es que el primero agrega valor a tu vida, mientras que el segundo se la quita.
Si sientes que los atracones de TV se están apoderando de tu vida, debes consultar a un psicólogo clínico. La mayoría de las adicciones son sintomáticas de otros problemas subyacentes.
* Mark Griffiths es director de la Unidad Internacional de Investigación de Juegos y profesor de adicción conductual de la Universidad de Nottingham Trent. Este artículo apareció originalmente en The Conversation. Puedes leer la versión en inglés aquí.
Quien ve series así lo hace para cambiar un estado de ánimo: para sentirse mejor a corto plazo o para escapar temporalmente de algo negativo.
Los atracones comprometen aspectos clave de la vida de la persona, como las relaciones y la educación o el trabajo (conflicto).
La cantidad de horas que la persona pasa al día viendo episodio tras episodio de una serie ha aumentado significativamente con el tiempo (tolerancia).
La persona experimenta síntomas de abstinencia psicológicos y/o fisiológicos si no puede llevar a cabo un atracón de TV (abstinencia).
Si la persona logra detener temporalmente los atracones, cuando vuelve a esa actividad regresa directamente al ciclo en el que estaba anteriormente (recaída).
Así, cualquier persona que cumpla con estos seis componentes puede decirse adicta. Otra que solo cumple con algunos de estos puede estar teniendo atracones problemáticos, pero bajo este criterio no se clasificaría como adicta.
Como muchas otras adicciones conductuales, como la adicción al sexo, al trabajo o al ejercicio, este tipo de adicción no está reconocida oficialmente en ningún manual psiquiátrico.
Tampoco hay estimaciones precisas de su prevalencia, pero hay cada vez más investigaciones al respecto.
Una mirada a la evidencia
En el último estudio sobre este tema, un equipo de investigación en Polonia llevó a cabo una encuesta entre 645 adultos jóvenes, todos los cuales reconocieron haber visto al menos dos episodios de un programa en una sola sesión.
Los expertos querían comprender algunos de los factores subyacentes a los atracones problemáticos.
Los autores del estudio basaron su definición de atracones problemáticos en el modelo de componentes de adicción y utilizaron un cuestionario que desarrollaron en un estudio anterior para evaluar los atracones problemáticos entre los participantes.
Las preguntas incluyeron: "¿Con qué frecuencia descuidas tus deberes por ver series?", "¿con qué frecuencia te sientes triste o irritado cuando no puedes ver la serie de televisión?" y "¿con qué frecuencia descuidas tu sueño para tener un atracón de series?".
Los participantes debían responder en función de una escala de seis puntos, desde uno (nunca) a seis (siempre).
Los autores del estudio basaron su definición de atracones problemáticos en el modelo de componentes de adicción y utilizaron un cuestionario que desarrollaron en un estudio anterior para evaluar los atracones problemáticos entre los participantes.
Las preguntas incluyeron: "¿Con qué frecuencia descuidas tus deberes por ver series?", "¿con qué frecuencia te sientes triste o irritado cuando no puedes ver la serie de televisión?" y "¿con qué frecuencia descuidas tu sueño para tener un atracón de series?".
Los participantes debían responder en función de una escala de seis puntos, desde uno (nunca) a seis (siempre).
Una puntuación por encima de cierto umbral se consideró indicativa de una problemática.
Utilizando una variedad de otras escalas, los investigadores encontraron que las dificultades para controlar los impulsos, la falta de premeditación (dificultades para planificar y evaluar las consecuencias de un comportamiento determinado), ver series para escapar y olvidarse de los problemas y hacerlo para evitar sentirse solo se encontraban entre los factores más importantes de ver demasiadas series.
Utilizando los mismos datos, los investigadores informaron en un estudio anterior este comportamiento tenían una asociación significativa con el síndrome de ansiedad y depresión. Cuanto mayores eran los síntomas de ansiedad y depresión, más problemático era el enganche a la pantalla.
Otros estudios han hecho hallazgos similares.
Un estudio llevado a cabo entre adultos taiwaneses, por ejemplo, encontró que tener problemas por ver demasiadas series estaban asociados con la depresión, la ansiedad en torno a la interacción social y la soledad.
Una indagación estadounidense encontró que el comportamiento estaba asociado con la depresión y la ansiedad por el apego.
La mayoría de los estudios relacionados, como uno de Portugal, también han demostrado que el escapismo es una motivación clave de los atracones problemáticos.
En términos de rasgos de la personalidad, la investigación ha demostrado que este comportamiento parece estar asociado con una baja concienciación (caracterizada por ser impulsiva, descuidada y desorganizada) y un alto neuroticismo o inestabilidad emocional (caracterizado por ser ansioso y propenso a las emociones negativas).
Romper el hábito - Para reducir la cantidad de episodios que una persona ve durante una sesión, la regla de oro parar después de un episodio.
Es realmente difícil, ya que a menudo los capítulos terminan con una escena de suspense.
Los investigadores sugieren establecer límites diarios realistas. Unas dos horas y media si hay trabajo al día siguiente, o hasta cinco horas si no lo hay.
Y comienza a ver una serie como una recompensa después de haber hecho todo lo necesario en términos de trabajo y obligaciones sociales.
La diferencia entre un entusiasmo saludable y una adicción es que el primero agrega valor a tu vida, mientras que el segundo se la quita.
Si sientes que los atracones de TV se están apoderando de tu vida, debes consultar a un psicólogo clínico. La mayoría de las adicciones son sintomáticas de otros problemas subyacentes.
* Mark Griffiths es director de la Unidad Internacional de Investigación de Juegos y profesor de adicción conductual de la Universidad de Nottingham Trent. Este artículo apareció originalmente en The Conversation. Puedes leer la versión en inglés aquí.
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