Divorcio: La siguiente etapa de un matrimonio
La frase "no podemos crecer más como pareja" es contundente. La noticia del divorcio de Bill Melinda Gates la semana pasada dejó estupefactos a varios, e inició una ola de especulaciones.
Bill y Melinda no están solos. Alrededor del mundo hay una creciente tendencia de parejas que se están separando pasando los sesenta años, tan es así que en el Reino Unido, incluso ya hay una terminología para definir el fenómeno: "silver splitters", viene a ser algo así como divorciantes plateados según menciona una publicación.
La ruptura de un matrimonio a una edad en que se supone estaría mejor afianzado supone un paradigna digno de analizar por sociologos y expertos, a los demás da qué pensar. No solo significa un cambio en el comportamiento adulto sino un reflejo del cambio que opera en sociedades más avanzadas y en parejas de mayor madurez emocional.
Tomando por ejemplo la separación entre Melinda y Bill, que sucedió precisamente luego de un periodo de reflexión y catarsis, como fue esta etapa mundial de la pandemia por coronavirus, en la que no solo las personas mayores apuestan a darle un giro a su trayectoria vital.
Su ejemplo puede ser motivador para parejas que creen haber llegado a esa etapa de la vida y por cuestiones emocionales no resueltas no han dado ese paso. Este tipo de divorcio puede ser tomado como una nueva etapa del matrimonio. Aunque no es este el único ejemplo.
Con la situación económica más estable, las parejas buscan tranquilidad personal, disfrutar de cosas que se perdieron durante la crianza de los hijos. Incluso buscar las vivencias que con la actual pareja no han podido vivir.
En España por ejemplo, una media en la edad de los divorcios es a los 45.7 años en mujeres 48.1 en hombres, para México y Latinoamérica en general, la edad es todavía menor 37 años para mujeres y 40 para hombres, es también la creciente independencia económica de las mujeres con respecto a sus parejas lo que ha alentado a un gran número a atreverse dar el paso.
Los abogados están de acuerdo que a edad más avanzada los divorcios son más amigables, las parejas que se plantearon una reestructura se simplifica al no existir ya la cuestion de la custodia y la manutención de los hijos, resolver la cuestión económica es cosa de números.
Incluso una vez divorciadas las parejas en los peores terminos, pasado un tiempo sobreviene una etapa en la que existe algo que puede llamarse amistad y un mejor convivencia. Incluso pueden algunas veces retomar la relación.
La situación es diferente cuando la cuestión econmomica no está totalmente resuelta o hay hijos menores en casa aún. Incluso pueden hacerse acuerdos a vivir una separación manteniendo la misma vivienda y compartiendo los gastos hasta que ambos esten listos para dar el siguiente paso, y los hijos salgan de casa.
Lo que es evidente también es que no todas las parejas pueden ser Bill y Melinda que están por divivir una forntuna valorada entre 130 y 146 mil millones de dólares, que viene a ser la mayor división de activos desde el divorcio de Jeff Bezos creador de la empresa Amazon.
Aquí, los abogados también están de acuerdo que cuando hay una cuantiosa fortuna por dividir, rara vez las rupturas llegan a los tribunales. Un pacto resulta ser mucho más beneficioso que ventilar los conflictos en un juzgado.
Siendo México un país por demás tradicionalista, todavía el divorcio causa un estigma social, y es un trago difícil de pasar para cualquier pareja sexagenaria o no, sobre todo por las dificultades que plantea, más que nada religiosas o familiares, aunque puede ser por el peso de otra frase contundente como "hasta que la muerte los separe".
En la medida que el divorcio se vea como una etapa más de una relación, y que no significa el fin, puede resultar más sencillo por las personas enfrentar la situación, no obstante si se logra mantener la cordialidad, compartir las actividades cotidianas e incluso incluir nuevas, y mantener la atención abierta. Mantener el crecimiento de la pareja podría prolongar la unión hasta la muerte.
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