El fin de la inocencia

Para muchos allá por enero de 2020, parecía el inicio de un buen año, una nueva década del siglo XXI, mejorar en el trabajo, abrir un nuevo negocios. Como personas mejorar en todos los aspectos. Viajes, estudios, planes de boda. Era la esperanza.

Habrá quienes hayan aprendido bastante este año que termina, otros lo han pasado terrible y puede haber quienes hasta hayan disfrutado de la soledad del confinamiento siendo creativos. 

Mirando los números fríamente, en 2020 hubo 1.5 millones de muertos por complicaciones a casusa de la enfermedad covid-19, muchos más millones quedaron con secuelas, algunas graves por la misma causa. Muchos perdieron a seres queridos.

Este año pudo saberse que la humanidad no es invulnerable, ni que todo el conocimiento, ni todo el dinero del mundo son suficientes a la hora de enfrentar la verdad de la enfermedad.

El mundo ahora sabe de detalles valiosos como tomar un café en un lugar, tener una reunión con amigos, hablar de cerca con ellos, saludar de mano a abogados, contadores y banqueros con los que trabaja, reír con el tendero y el peluquero. Salir a cenar con la familia a un restaurante ya no es lo mismo y quien sabe hasta cuando pueda volver a ser.

El ser humano dejó de ser confiado a la hora de mantenerse cerca de otras personas, la limpieza y el orden de los lugares son importantes, la confortabilidad de los hogares a la hora de estar confinados, tener ahorros para contingencias.

Hubo quienes sacrificaron su tiempo en solidaridad de otros, quienes acataron las medidas en pro de sus amigos y familias,  quienes trabajaron y doblaron turnos cuidando enfermos. Otros donaron utensilios, ropa, comida y accesorios para los más vulnerables.   

Nueve meses no es poco, pueden preguntarle a quienes hayan sido padres ya, es el tiempo suficiente para cambiar. La humanidad post-covid ya no será la misma, la inocencia se ha terminado.

Mañana descubriremos tal vez que el 2021 no sea diferente que el año que acaba, pero al menos sabemos en quienes confiar, en quienes apoyarnos y sabemos que hay gente trabajando para que las cosas vayan mejor, e irán mejor porque muy en el fondo cada quién sabe lo que tiene que hacer.