Es negligencia del gobierno no abrir los colegios

 Tener colegios y escuelas cerrados dejará a largo plazo un agujero en la educación en México. Cada día que los menores y jóvenes no toman clases presenciales es un día que afectará al resto de su educación.


Este año sin clases dejará una secuela que borrará el avance de los últimos 5 años en cuanto a deserción escolar, se calcula que respecto a un año normal, habrá un aumento del 40% de jóvenes que no volverán a las aulas lo que es lamentable. 

Además que un 13 porciento de niños de familias pobres no tiene acceso a la red, y aunque un 80 por ciento de las familias con recursos los menores tienen internet no están sacando todo el provecho de sus sesiones. Incluso hay padres de familia quienes pagan a maestros particulares en el afán que sus hijos no se atrasen.

La pandemia no solo está destrozando avances educativos también el sistema escolar y los el cierre de miles de escuelas privadas. También está dejando a las madres trabajadoras al cuidado de los hijos en casa, obligadas a ser asesoras y aprender sobre conexiones de internet.

El gobierno no está priorizando el regreso a clases aun cuando hay reputados estudios que dictan que hay mayor riesgo de abrir gimnasios, restaurantes y cines que abrir las escuelas, más cuando los menores tiene menor probabilidad de contagio que sus mayores.

También existe un 30 por ciento de mayor riesgo de que una familia enferme si el o los hijos asisten a la escuela. Es seguro que el sindicato acaparará las vacunas pero los maestros sin vacunar no correrán más riesgos dando sus clases que algún otro trabajador en México.

Es una negligencia del sistema educativo esperare a que el 100 porciento de los maestros sean vacunados cuando ya hay estrategias probadas y protocolos que permitirían un eventual regreso a clases en esquemas reducidos. Incluso con 4 días alternados de clases y periodos de 10 a 14 días para detectar si hay contagios.

Asistir en grupos pequeños y dejar que los menores adopten los protocolos de protección y empiecen a ponerse al corriente con su desarrollo educativo en lugar de esperar hasta siguiente ciclo.

La clave es comenzar a pensar cómo se puede volver a la escuela de manera segura. Se trata de que las autoridades educativas sean conscientes del daño que estar sin clases hace a los menores, ser transparentes respecto a las razones por las cuales no se están tomando en serio la educación.

La obligación principal del gobierno es autorizar la apertura segura de colegios, brindar material como cubrebocas y caretas a todo el personal. Abrir escuelas que tengan agua y jabón para el lavado constante de manos. Y si el clima lo permite tomar clases al aire libre. Incluso se podrían hacer aperturas parciales: cuatro días de escuela y dejar que los niños estén días en casa.

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